Sabemos que no es fácil dejar de hacer todo lo que tenemos que hacer, para darle un lugar a nuestro sentir, a lo realmente importante de la vida, que es tener momentos de calidad para expresar lo que pocas veces tenemos chance de decirnos.  

Hoy, vestimos colores diferentes y representamos a culturas y naciones diversas y nuestras familias también son distintas. En algunas familias han llegado nuevos integrantes este año, en otras, hay seres queridos que han partido. Algunos niños y niñas tienen varios hermanitos y hermanitas, otros no tienen ninguno. Algunos niños y niñas viven en más de una casa y tienen más de una figura paterna o materna, otros son hijos del corazón. Para algunos, su familia incluye a sus mascotas, su nanita o sus abuelitos en casa. Para otros, sus familias están lejos, en otras ciudades o incluso al otro lado del mundo.

Cada historia aquí representada es igualmente importante, querida, valorada y muy amada por cada uno de estos niños y niñas.

Hoy los invitamos a este espacio para tener un momento de intimidad con sus hijos e hijas, para disfrutar de mirarse a los ojos y decirse cuánto aprecian a sus seres amados, hoy queremos ofrecerles este lugar para que, cada familia en una burbujita propia, pueda disfrutarse, regalonear, tener este espacio de bienestar aprovechando su compañía familiar.

Es muy importante saber que las emociones no son buenas ni malas, son todas importantes y cumplen una función, por lo que el primer paso para gestionarlas adecuadamente es aceptar que está bien, enojarse, ponerse triste o feliz, o avergonzado o incluso estar aburrido. Cada emoción nos ayuda a resolver una situación que nos permite adaptarnos mejor a nuestro entorno. 

Reconocer las expresiones faciales de las emociones nos sirve para poder nombrarlas y con la etiqueta verbal correcta, luego la podremos gestionar.

La familia es el primer espacio en el que aprendemos a vivir nuestras emociones, cuando los niños y niñas estén abrumados por sus emociones, ayudemoslos a identificarlas para luego acompañarlos a vivirla.

Un vínculo seguro es un espacio sano para que se expresen todas nuestras  emociones, entonces, si un niño, se siente seguro con un adulto, expresará su emoción de forma espontánea y auténtica.

Es común escuchar que se dice: “Contigo se porta peor”, “Cada vez que llegas se pone a llorar”, “Las pataletas solo las hace con él o con ella”. 

Esto ocurre porque en ese espacio el niño o niña tiene la certeza de que puede ser el mismo sin ser rechazado por el adulto. Cada adulto aquí presente es un faro para su hijo/a, nieto/a. Tengamos presente acoger a los niños cuando nos manifiesten sus emociones, no las anulemos, no los mandemos a llorar solos hasta que se les pase la pena, ni les digamos que no se enojen. Ayudemoslos a identificar su emoción, validarla, entender la causa y encontrar una solución, primero estando tú en calma.

Esperamos que este espacio haya sido un incentivo para profundizar en el mundo emocional, no solo de nuestros niños y niñas, sino que también en el propio. 

Hoy no solo queremos agradecerles por estar aquí, sino también les agradecemos por colaborar en la formación de una comunidad Lirima acogedora, participativa, respetuosa y amorosa, donde los niños son el centro, pero los adultos somos quienes acompañamos su desarrollo, cada día con mayor consciencia que su bienestar está vinculado al nuestro y al que construimos como comunidad.

Nos quedamos con estas hermosas imágenes de nuestros queridos niños y niñas siendo acariciados, abrazados, regaloneados y llenos de amor por sus personas favoritas en el mundo. Cada expresión de afecto quedará impresa en sus corazones para el resto de sus vidas.

Y estas palabras de afirmación y amor que escucharon de ustedes hoy no se borrarán de sus almas.

¡Gracias por hacer de este día uno imborrable para ellos!