Cada paso en la arena fue un descubrimiento, y el ascenso se convirtió en una lección vivencial llena de aprendizajes y momentos de compañerismo. Durante la caminata, los estudiantes reflexionaron sobre la importancia del esfuerzo, la perseverancia y el trabajo en equipo, elementos clave en su recorrido hacia la cima.
Al llegar a lo más alto, pudieron observar la ciudad desde una perspectiva diferente, comprendiendo la magnitud del paisaje y la historia que rodea este emblemático cerro. Fue una instancia en la que la naturaleza se convirtió en su aula y cada vista panorámica les dejó una nueva enseñanza.
El descenso estuvo marcado por risas, anécdotas y, por supuesto, mucha arena. Cada estudiante regresó con relatos inolvidables y una vivencia que pronto se reflejará en los trabajos que compartirán en los próximos días, evidenciando cómo esta salida pedagógica contribuyó a su crecimiento personal y académico.
Para cerrar la jornada de la mejor manera, nuestros estudiantes disfrutaron de un delicioso helado, celebrando el logro de haber completado este desafío. Felicitamos al equipo de Lenguaje y a los docentes acompañantes por transformar esta mañana en una experiencia de aprendizaje diferente y significativa.