Bajo el tema central “Un día en Sídney, Australia”, el proyecto requirió que los estudiantes trabajaran en equipos, planificando meticulosamente cada detalle. No se trataba solo de memorizar vocabulario, sino de construir un escenario de la vida real. A través de la simulación, los visitantes podían disfrutar de una experiencia inmersiva, interactuando como si realmente estuvieran recorriendo los puntos más icónicos de la ciudad.
La creatividad fue la protagonista. Los equipos de estudiantes diseñaron y crearon stands que representaban lugares emblemáticos de Sídney. Entre los más populares se encontraban la majestuosa Ópera de Sídney, las relajantes clases de surf en la Playa Bondi, diversas tiendas de ropa, restaurantes temáticos y una simulación del Acuario Sydney Sea Life. Cada detalle visual fue cuidadosamente elaborado por los propios estudiantes.
El nivel de preparación fue asombroso. Los jóvenes investigadores llevaron a cabo búsquedas y prepararon la totalidad de los materiales necesarios para la experiencia interactiva. Esto incluyó la creación de folletos informativos, programas de espectáculos, flyers para las clases de surf, menús de restaurantes, etiquetas de precios, recibos, entradas, e incluso su propia versión de dinero australiano y pasaportes. Esta etapa demostró el pensamiento práctico y las habilidades organizativas de los alumnos.
La feria se convirtió en el escenario perfecto para aplicar el inglés de forma práctica. Los estudiantes se desenvolvieron con fluidez en sus diversos roles, asumiendo tareas como camareros, guías turísticos, asistentes de tienda, chefs, artistas, personal de taquilla e instructores de surf. Al interactuar con los visitantes, pusieron en acción sus habilidades de expresión oral, consolidando el aprendizaje de una manera divertida y efectiva, superando la barrera de la teoría.
Para culminar esta experiencia, los padres y apoderados fueron invitados a participar activamente en la feria. Se les alentó a interactuar exclusivamente en inglés con los estudiantes, lo que no solo reforzó el trabajo de los niños, sino que también convirtió el evento en una actividad de inmersión lingüística familiar. El éxito de la Feria de Inglés demuestra el compromiso de nuestra institución con metodologías innovadoras que garantizan un aprendizaje significativo y funcional del idioma.