Llevamos bastante tiempo escuchando el término “sobregiro ecológico”, pero ¿te hace sentido su significado? Desde la década del 70’ tanto en Chile como en el mundo se empezó a ocupar este concepto que hace referencia al uso indiscriminado y poco consciente de recursos naturales. Cada año se hace una estimación a nivel mundial de cuándo será el día de este sobregiro, el cálculo consiste en dividir la biocapacidad de la Tierra, por la huella ecológica y multiplicarlo por los 365 días del año.
Dicha estimación dice que el próximo 05 de junio empezaremos a vivir el sobregiro ecológico a nivel mundial, ¿No te parece triste? Ni siquiera ha comenzado el segundo semestre y como humanos ya hacemos uso de los recursos que nuestro planeta tenía destinado para el 2023. En Chile, el panorama es aún peor, el día del sobregiro ecológico se registró el pasado 15 de mayo, alzándose por tercer año consecutivo como el primer país latinoamericano en alcanzar la negativa marca.
¿Y ahora qué? O miramos cobardemente para otro lado, pensando que son solo fechas, números y que no nos pertenecen o nos involucramos y nos proponemos cambiar la triste realidad.
Tomar conciencia a estas alturas no parece ser suficiente, necesitamos compromisos reales. Marchas y manifestaciones debiesen escucharse día tras día.
Como ciudadanos del siglo XXI debemos creer que la acción en conjunto es la mejor manera de actuar, pero no nos quedemos en el papel, ¡movilicémonos! No podemos permitir que gobiernos poco involucrados nos lleven a un camino sin retorno, debiésemos estar conscientes de la crisis que en conjunto hemos causado, y sin rendirnos abrazar la esperanza de un futuro prometedor construido en comunidad. Ese mundo donde queremos vivir, no sobrevivir…
Los recursos naturales son realmente la moneda que mueve al Mundo, probablemente no lograríamos nada sin ellos, no nos podríamos movilizar, no tendríamos con qué alimentarnos y por lo mismo es sumamente importante respetarlos y respetar conscientemente su tiempo de recuperación.
En nuestras manos está mejorar estos índices y salir del ojo del huracán. De forma colaborativa lo podemos lograr, escuchemos el llamado desesperado de la naturaleza y generemos acciones concretas al respecto.
No nos quedemos pensando que ya es muy tarde, no debiésemos sentir que el sobregiro ecológico llegó para quedarse, somos poderosos, recuperemos el control, aún estamos a tiempo de revertir esta situación incómoda, creámonos el cuento, hagamos justicia y marquemos la diferencia. Entonces, ¿apostaremos por la vida o la supervivencia?
María José Pinochet, 2022
Profesora Química/Biología