Este fin de semana, mientras celebramos la Pascua, es importante recordar que también existen festividades como el Pésaj en la religión judía y el Ramadán en el Islam, pero ¿Qué significa cada uno de ellos? 

El Ramadán es el noveno mes del calendario islámico y comienza con la aparición de la luna al final del mes de shaabán, el octavo mes en el calendario lunar islámico. Durante este mes sagrado, los musulmanes practican el ayuno (sawm), la reflexión y la celebración.

El Ramadán es uno de los cinco pilares del Islam. Durante este período, los musulmanes ayunan desde antes del amanecer hasta la puesta del sol cada día. Al saludar a otros, los musulmanes dicen «Ramadán kareem», que significa «que el Ramadán sea generoso».

Los creyentes se despiertan antes del amanecer para tomar el suhur, la última comida y bebida antes del inicio del ayuno diario. El ayuno se rompe al atardecer con una pequeña comida nocturna llamada iftar.

Por otro lado, el Pésaj, la festividad judía, nos brinda la oportunidad de reflexionar sobre la importancia de la libertad, la justicia y la igualdad, y nos recuerda que incluso en los momentos más oscuros, la esperanza siempre está presente. Se saluda a otros con las palabras «jag sameaj», que significa «felices fiestas».

Por último, Pascua de Resurrección es una festividad cristiana que celebra la resurrección de Jesucristo de entre los muertos, según la tradición cristiana. Es la celebración más importante para los cristianos, ya que representa la victoria de la vida sobre la muerte y la esperanza de la salvación eterna.

La conexión del conejo con la Pascua tiene sus raíces en antiguas tradiciones paganas de fertilidad y renovación, donde el conejo era un símbolo de fertilidad debido a su alta tasa de reproducción. Con el tiempo, esta asociación se fusionó con la celebración cristiana de la Pascua, y el conejo comenzó a ser visto como un mensajero que entrega huevos de Pascua, que simbolizan el renacimiento y la vida nueva.

Así, la Pascua de Resurrección combina tanto la importancia religiosa de la resurrección de Jesucristo como antiguas tradiciones paganas de renovación y fertilidad, creando una festividad que celebra la vida y la esperanza.

Si bien cada una contempla un significado diferente, todas comparten valores fundamentales de espiritualidad, comunidad y esperanza, y proporcionan ocasiones importantes para reflexionar sobre el significado de la vida y la fe.

Desde Lirima, continuamos promoviendo la unidad y el respeto entre todas las comunidades, reconociendo la diversidad y la riqueza cultural que nos une como humanidad.